Las ratas y los ratones son grandes animales domésticos. Aprenden a reconocer a su dueño y vendrán rápidamente hacia él cuando lo vean.
Hay que ser cuidadoso al sostener a los ratones: no les gusta ser apretados, empujados o botados al suelo ya que pueden fracturarse y asustarse.
Los ratones son muy amistosos. Una vez que adquieran confianza se quedan quietos para que uno los pueda acariciar, también les gusta colocarse dentro de bolsillos grandes en la ropa de su dueño, cuidado con aplastarlos).
Las ratas son muy inteligentes. Algunas personas les enseñan a venir cuando son llamadas por su nombre y caminar por encima de una cuerda, incluso hay ratas entrenadas que juegan básquetbol.
A las ratas les gusta acurrucarse y ser acariciadas. ¡Algunos incluso dan besos!. A la mayoría de los ratones les gusta andar en los hombros de sus dueños y otros prefieren los bolsillos o monederos.
Los ratones, como el resto de los animales se pueden enfermar si están bajos en defensas, estresados, son muy jóvenes o muy viejitos, si no se les mantiene con los cuidados adecuados pueden enfermar y morir.
Los tratamientos, en general, para estos animales tan pequeños son complicados por su tamaño y porque muchas veces no nos damos cuenta que están enfermos a tiempo.
Las reglas básicas para prevenir enfermedades en estos animales son higiene y buena alimentación porque la desnutrición y un ambiente sucio son las causas de un sistema inmunológico –que protege a casi todos los seres vivos contra los organismos que causan enfermedades– débil.
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